El Golfo de Honduras, delimitado por Belice, Guatemala y Honduras, que abarca un área de unos 10.000 km2, conforma un espacio de gran valor medioambiental. Las aguas poco profundas del Golfo albergan gran abundancia de especies, así como ecosistemas marinos altamente productivos, tales como arrecifes coralinos, pastos marinos y manglares. Por otro lado se trata de un área marítima de gran importancia para el intercambio comercial en la región, estando la economía de la zona costera basada fundamentalmente, en las pesquerías comerciales y artesanales, y en la producción agrícola.
El objetivo general de la consultoría ha sido mejorar la gestión ambiental en la red regional de cinco puertos dentro del Golfo de Honduras mediante la evaluación de los riesgos medioambientales, la preparación de planes de inversión y la identificación, diseño y supervisión de proyectos piloto. Las actividades comprendidas en esta cooperación técnica se han centrado en prevenir riesgos ambientales vinculados con operaciones portuarias rutinarias así como emergencias en los cinco puertos de interés seleccionados: Puerto de la Ciudad de Belice y Big Creek (Belice), Puerto Barrios y Puerto Santo Tomás de Castilla (Guatemala) y Puerto Cortés (Honduras).
El proyecto ha formulado planes de inversión para la gestión ambiental portuaria de cada uno de los cinco puertos objeto de análisis, incluyendo el diseño de proyectos piloto para dichos puertos.